¿Debería lavarme el pelo con agua caliente o fría?

Un cabello saludable es una de esas cosas que siempre se agradece. Es por ello que existe un gran mercado de productos para el cabello, que nos ayudan periódicamente a mantenerlo brillante y saludable.

Supongamos que usas una gran variedad de productos para el cabello, tales como champú y acondicionador, cremas, etc. Pero aun así tienes el cabello seco, con friz y no cumple en nada tus expectativas. ¿Ahora qué? No preocuparse, que no toda esperanza está perdida. Si bien es importante usar los productos adecuados para cada tipo de cabello, es igual de importante saber cuándo usar agua fría o agua caliente. ¡Sí! Aunque no lo creas, la temperatura del agua con la que te bañas puede tener un impacto positivo o negativo en el aspecto de tu cabello. Antes de entrar en detalles, es importante aclarar que tanto el agua fría como el agua caliente tienen sus pros y contras. A continuación, te diremos cuáles son estos.

Agua Fría

Las duchas frías pueden resultar desagradables para la mayoría, especialmente en las mañanas de invierno. Sin embargo, a pesar de ser incomodas, estas reducen el volumen del cabello, haciéndolo ver más denso. Si tienes el cabello delgado, tal vez sea buena idea considerar reducir las duchas con agua fría. Ahora puede que estés pensando que el agua fría significa malas noticias para tu cabello, pero no podrías estar más equivocado, porque las duchas heladas hacen tu cabellera más brillante y reducen el friz. Esto sucede porque el agua fría ayuda a sellar las cutículas y poros capilares luego de lavarse el pelo. Cutículas y poros abiertos son ideales cuando estas aplicando champú y acondicionador en tu cabeza, pero necesitas cerrarlas con agua fría cuando termines. Además de sellar la humedad que aporta el acondicionador, cerrar las cutículas y poros capilares con agua helada ayuda a prevenir que la grasa, el aceite y la suciedad entren en el cuero cabelludo. En resumen, lavar tu cabello con agua fría puede ser de gran ayuda para mantener tu cabello hidratado y fuerte Pero eso no es todo, el agua fría mejora la circulación de la sangre en la cabeza. Es por esto por lo que cuando te duchas con agua fría, los capilares se contraen y la sangre tiende a circular más rápido para mantener la temperatura corporal. Esto ayuda a reducir la perdida de cabello.

Agua Caliente

Si el agua fría ayuda a fortalecer el cabello, ¿eso significa que el agua caliente facilita la caída del cabello? La respuesta corta es sí. Esto porque el agua caliente puede deshidratar el cuero cabelludo y eliminar aceites naturales beneficiosos que ayudan a prevenir la caída del cabello. El agua caliente también debilita las raíces del cabello, especialmente si la temperatura del agua es muy alta. Las raíces débiles pueden rizar el cabello, lo que, de no controlarse, puede derivar en friz e incluso en el desarrollo de canas en forma prematura. Además, si tienes el cabello teñido, probablemente sea mejor alejar tu cabello del agua caliente para mantener el color intacto. El calor puede levantar y remover la capa exterior del pelo, lo que resulta en que el color se desvanezca más rápido. A pesar de esto, el agua caliente tiene sus méritos al ayudar a limpiar el cabello mejor que el agua fría. Esta última cierra los poros y cutículas capilares, como mencionamos anteriormente, mientras que el agua tibia los abre. Básicamente, lo que esto significa es que al usar agua caliente te será más fácil limpiar la grasa, polvo y cualquier suciedad acumulada en tus poros y cutículas capilares cuando uses champú y acondicionador. Además, con las cutículas abiertas, tu cabello será capaz de absorber más fácilmente todos los nutrientes y minerales que los productos que estas usando pueden ofrecer. Adicionalmente, el agua caliente ayuda a disolver productos para el cabello más fácilmente. Esto puede ser especialmente útil si, luego de una larga jornada laboral, deseas remover los productos para el cabello que aplicaste previamente tales como gel, cremas o aceites.

Veredicto

Con ambos métodos sobre la mesa, la mejor forma de lavar tu cabello sigue consistiendo en usar ambos métodos: empezar con agua caliente y finalizar con agua fría. De esta forma, puedes obtener los beneficios de ambos métodos. Al usar agua caliente primero, vas a disolver y limpiar los productos para el cabello, mientras que abres tus poros y cutículas capilares, lo cual ayudará cuando empieces a masajear tu cabello con champú y acondicionador. Luego, al usar agua fría, cerrarás nuevamente tus cutículas y poros mientras sellas la humedad que mantendrá tu cabello sano, brillante y libre de friz. Porque todos tienen un tipo de cabello y estilo diferente, no existe un método absoluto en lo que ha cuidado de cabello se refiere. Usar los productos adecuados es importante, pero a veces, todo se reduce a tener la temperatura adecuada. Cuando busques la temperatura ideal que se adapte a tus necesidades, siempre podrás confiar en los calentadores de agua instantáneos Rheem. Conocidos como los líderes mundiales en el calentamiento de agua, puedes tener la seguridad de que con un equipo Rheem en tu hogar siempre tendrás acceso al agua caliente que tú necesitas, ya sea para lavar tu cabello, o para simplemente disfrutar de una cálida y reconfortante ducha.